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La Junta ejecuta obras de concentración parcelaria en varios municipios de León para mejorar la competitividad agraria

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La finalidad de estos procesos es la reordenación de las fincas rústicas para promover la constitución y el mantenimiento de explotaciones agrarias de estructura y dimensiones adecuadas que permitan su mejor aprovechamiento, incrementando la rentabilidad de la actividad agrícola.

10 de mayo de 2016

Castilla y León | Delegación Territorial de León

La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Agricultura y Ganadería, mantiene una clara apuesta por los procesos de concentración y reconcentración parcelaria como instrumento para elevar la rentabilidad y competitividad de las explotaciones agrícolas.

Con este fin, en la provincia de León están actualmente ejecutándose las obras en las zonas de concentración parcelaria de Alcoba de la Ribera, Sorribos de Alba, Villamanín de la Tercia, Pajares de los Oteros, Noceda-Quintana de Fuseros y Carracedelo-Villadepalos. Estas obras se basan en la ejecución de la red de caminos, cunetas y desagües, además de restaurar el medio natural.

También están en ejecución las obras de infraestructura en zonas de concentración parcelaria asociadas a procesos de modernización de regadío. Estas zonas corresponden a los sectores III y IV de la margen izquierda del Porma y diferentes demarcaciones del Páramo Bajo y del Canal del Páramo Alto. En estas zonas, la concentración parcelaria supone un instrumento eficaz para mejorar la planificación de las redes de riego, optimizando las infraestructuras de regadío y abaratando las inversiones necesarias. 

En los procesos de concentración parcelaria se reordena la estructura de la propiedad para crear explotaciones más rentables,  adjudicando a cada propietario el menor número posible de fincas de reemplazo y tratando de adjudicar de forma contigua las fincas integradas en una misma explotación. Se consigue así crear explotaciones agrarias de dimensiones adecuadas de acuerdo con las características y posibilidades de la zona objeto de concentración.

Asimismo, se realizan las obras necesarias para el aprovechamiento racional de las explotaciones resultantes, se establecen medidas de protección y preservación del paisaje y del medio ambiente y, finalmente, se procede a la entrega a los propietarios de las fincas de reemplazo de los nuevos títulos de propiedad.